miércoles, 9 de junio de 2021

Antonia Ferrín, la gallega pionera en astronomía que no podía llevar pantalones.



Antonia Ferrín Moreiras fue la primera astrónoma gallega, también, la primera mujer que leyó una tesis doctoral en España sobre astronomía, he hizo interesantes aportaciones al estudio de las estrellas dobles. En su vida abrió numerosos caminos, pese a padecer la discriminación como mujer.

Para la realización de esta actividad, la he escogido a ella por ser paisana, una ourensana poco conocida, pero con una gran labor a sus espaldas en el mundo de las ciencias, y su trayectoria merece un mayor reconocimiento. Cabe mencionar además que el título escogido, es el mismo que el de un artículo sobre ella del periódico "ABC" , en el que se resume perfectamente esta actividad.


 Antonia Ferrín Moreiras en su despacho del Observatorio de Santiago de Compostela - 
Foto del Archivo de la familia Ferrín Moreiras, Consello da Cultura Galega.


Antonia Ferrín nació en Ourense el 13 de mayo de 1914. Su padre era profesor de Matemáticas y quiso que sus cuatro hijas tuviesen estudios superiores, algo muy poco habitual a comienzos del siglo XX. Tras trasladarse a Santiago de Compostela, ingresa en el instituto con solo 9 años y cursa el bachillerato de Ciencias.

En 1930, entra en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Santiago, donde cursa la especialidad de Química.

Comenzó a trabajar en cuanto terminó la carrera, pero sin percibir un salario. De 1934 a 1936 fue profesora ayudante en prácticas en asignaturas de Física y Matemáticas de la Facultad de Ciencias. Al tiempo, estudiaba la carrera de Farmacia y realizaba cursos de ciencias exactas. Como también tenía el título de maestra nacional, de 1937 a 1948 se empleó como profesora de matemáticas en una escuela de niñas huérfanas.

Su paso a la enseñanza primaria tuvo que ver con la represión. En 1937, le fue abierto un expediente de ‘depuración’ tras recibirse una denuncia anónima sobre su ideología política. A consecuencia de este proceso, fue sancionada y apartada de la docencia universitaria, junto a otros profesores de la Universidad de Santiago.

En 1940, consiguió que se reabriese su causa y fue cancelada su pena. Volvió a dar clases en la Facultad de Ciencias. Con la tenacidad que la caracterizaba, durante el curso 1939-1940 completó su licenciatura en Farmacia, en 1940-1941 superó las asignaturas que le dieron el título de Maestra en la Escuela Normal Femenina y, entre los años 1943 y 1948 (y como alumna no presencial), consiguió la licenciatura en Ciencias Exactas por la Universidad Central de Madrid (hoy la Universidad Complutense).

Por esta época, vivió un encuentro clave en su trayectoria, al conocer al astrónomo Ramón María Aller, fundador del Observatorio Astronómico de la USC. Allí comenzó sus observaciones, con estudios sobre pasos de estrella, ocultaciones de estrellas por la Luna o estrellas dobles, y publicó algunos de los resultados obtenidos en revistas especializadas.

En 1950, con 36 años, compagina la investigación con el aprendizaje. De una parte, consigue una beca del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para realizar varios proyectos en el Observatorio Astronómico de Santiago. De otra parte, se licencia en Matemáticas en la Universidad Central de Madrid.

En 1953, ya a punto de cumplir 40 años, consigue su primer empleo estable, al aprobar las oposiciones a profesora titular de Matemáticas en la Escuela Normal de Magisterio de Santander.

Más tarde, se convertiría en la primera mujer profesora en la licenciatura de Matemáticas de la USC, creada en 1957. Y siguió investigando con Ramón María Aller, quien dirigió su tesis doctoral, que defendió en 1963 y que se convertiría en la primera en España realizada por una mujer sobre Astronomía.

Antonia recordaba el frío que pasaba en el observatorio mientras investigaba en pleno invierno; sus faldas no le daban suficiente abrigo: «Las noches de observación supusieron horas de intenso frío, porque no podía vestir pantalones en un tiempo en el que esta prenda no se toleraba en las mujeres».

Pero siguió padeciendo la discriminación de género. Cuando Ramón María Aller enfermó en 1964, se buscó un sustituto para su cátedra de astronomía. Y la profesora fue excluida de la oposición y tuvo que presentar una queja para ser admitida, aunque finalmente se declaró desierto el concurso. 
A partir de aquí, Antonia Ferrín Moreiras fue nombrada Catedrática Numeraria de Matemáticas en la Escuela Femenina de Magisterio Santa María de la Universidad Central de Madrid. La «incansable» Antonia impartió allí clases de matemáticas, de astronomía y desempeñó diferentes cargos directivos.
Allí permaneció hasta su jubilación forzosa en 1984.

Antonia Ferrín Moreiras falleció en Santiago de Compostela el 6 de agosto de 2009.

Sin duda, fue (y es) un ejemplo de inteligencia, de extraordinaria capacidad de trabajo y de singular pasión por el conocimiento, con una enorme trayectoria académica y profesional, y gran contribución para una sociedad más igualitaria, abriéndose camino, pese a ser discriminada en numerosas ocasiones, como queda patente en su biografía, a lo largo de su carrera, en un mundo de hombres y ámbitos en que la mujer no tenía cabida en aquella época, siendo precursora para muchas de nosotras que posteriormente nos dedicamos al mundo de la ciencia.

Como puesta en valor de su trayectoria y aportación a la sociedad, es importante mencionar un premio de la Universidad de Vigo que lleva su nombre, desde la Unidad de Igualdad, organizan el Premio Antonia Ferrín, que surge con la finalidad de incentivar al profesorado en la creación de materiales y recursos docentes con perspectiva de género, para eliminar los estereotipos y la discriminación laboral por cuestión de género, para derrumbar el techo de cristal y acabar, entre otras cuestiones, con la brecha salarial, a través de la inclusión de valores igualitarios desde las aulas.

Ya para finalizar, he de hacer referencia a las fuentes consultadas para la realización de esta actividad, como son varios artículos del los periódicos gallegos "La Región" y "La Voz de Galicia", así como el periódico "ABC" en su sección de ciencia y la página web de la Universidad de Vigo "www.uvigo.gal".

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